Así, el cartel es uno de los intermediarios más importantes entre el film y el espectador.
El cartel de cine se constituye como un verdadero medio de comunicación, que equilibra a la perfección la publicidad con el arte que entraña.
A lo largo de la historia son muchos los artistas que se han consolidado pintando este tipo de soportes, y son muchos los carteles que permanecerán en nuestra memoria tanto como la propia historia de la película que representan.
Entre ellos, destaco el cartel de Metrópolis (Fritz Lang, 1927) porque hoy es el cartel más caro del mundo:
Y el de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994) porque es considerado uno de los mejores carteles de la historia y, personalmente, me encanta la referencia a las revistas pulps:
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