Van dos hombres en un tren y uno de ellos le dice al otro “¿Qué es ese paquete que hay en el maletero que tiene sobre su cabeza?”. El otro contesta: “Ah, eso es un McGuffin”. El primero insiste: “¿Qué es un McGuffin?”, y su compañero de viaje le responde: “Un MacGuffin es un aparato para cazar leones en los Adirondacks”. “Pero si en los Adirondacks no hay leones”, le espeta el primer hombre. “Entonces eso de ahí no es un MacGuffin”, le responde.

jueves, 6 de diciembre de 2012

¿Qué vemos hoy?, Miremos la CARTELera

Son muchas las veces que nos acercamos al cine sin saber muy bien que película queremos ver. Es entonces cuando nos fijamos en los carteles de las películas y, en ocasiones, decidimos basándonos en éstos.
Así, el cartel es uno de los intermediarios más importantes entre el film y el espectador.

El cartel de cine se constituye como un verdadero medio de comunicación, que equilibra a la perfección la publicidad con el arte que entraña.
A lo largo de la historia son muchos los artistas que se han consolidado pintando este tipo de soportes, y son muchos los carteles que permanecerán en nuestra memoria tanto como la propia historia de la película que representan.

Entre ellos, destaco el cartel de Metrópolis (Fritz Lang, 1927) porque hoy es el cartel más caro del mundo:


Y el de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994) porque es considerado uno de los mejores carteles de la historia y, personalmente, me encanta la referencia a las revistas pulps:




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